<p>carlos: discúlpame. Releyéndome me he dado cuenta de lo olímpicamente pomposo que me he puesto contigo. Como es natural, sigue con tu rollo, faltaría más.</p><p>Lo que pasa es que desde niño, cuando era instructor de natación de hormigas (las echaba al agua a ver qué hacían) me ha gustado ayudar al débil, con los resultados más desastrosos que imaginarte puedas.</p>
↧